jueves, 26 de marzo de 2009

Tokyo 2

Empezamos el segundo día del viaje. Decidimos ir andando por aquello de ir viendo sitios sin saber lo que íbamos a andar claro. La idea era llegar al parque hueno así que atravesamos de nuevo el barrio del hostel y llegamos a Asakusa de nuevo. De nuevo el templo de la noche anterior, pero claro esta vez con luz. Fotitos al canto. Y de paso a probar cosillas para comer que ya toca. Lo primero las fotos al templo, a los japoneses, a unas thailandesas... y después la comida, para abrir boca unos bollitos rellenos de anko (ale a buscar) con formas de pagoda, animalitos... poco después mochi de te verde, unas de las cosas que tenia apuntadas en la agenda. Después otro tipo de mochi en bolitas pequeñas, ya os diré el nombre que le hice una foto al cartel, embadurnadas con unos polvitos, eso nos hizo menos gracia pero estaba bueno también. Seguimos caminando, preguntando a la gente como llegar, explicando que no somos americanos, que somos españoles... y llegamos a hueno comiéndonos unos onigiri por la calle.

En el parque estuvimos casi todo el día. Empezaba a estar lleno de gente haciendo fotos a los cerezos, los pocos que están en flor y haciendo fotos a todo lo que se movía. Y más comida mientras veíamos los templos del parque. Takoyaki (mas para que busquéis). Antes y después del paseo por el parque estuvimos en un mercadillo callejero repleto de puestos de todo tipo lleno de la fauna del lugar. Algunos dignos de cientos de fotos ya vereis.

Tras salir del parque Hueno volvimos al mercadillo a comer algo. Mas gyozas, buenísmas, y teriyaki de pollo aún más rico. Y después como era pronto pues empezamos a andar por el mercado hacia la zona que no haíamos visto aún, y claro, la calle se acabó. Pues seguimos en la misma dirección. Al final terminamos en Akihabara, el barrio de las tiendas electrónicas. Una locura. Todo lleno de altos edificios con miles de carteles luminosos, tiendas de comic, pachincos, y unas jovencitas vestidas como de época victoriana que repartían unos folletos por la calle y que huían de las cámaras de fotos. Son los reclamos de los bares para hombres en los que si subes te atienden como auténticas esclavitas, todo para el amo. Te remueven el café, te sirven de rodillas, siempre pendientes de si le falta algo más al señor... de película (eso si, cualquier feminista se volvería loca al verla, tampoco es de extrañar).

Y cuando se nos terminó por quemar la retina de tanta luz de neón pues a volver al barrio. Andandito, Akihabara, Hueno, Asakusa... esto me empieza a sonar un poco.

2 comentarios:

  1. Bueno, al menos, sabemos, que estais vivos :))
    Espero que habeis dormido bajo techo y no en la calle en un pais lejano. :))

    ResponderEliminar
  2. Pero que pasa con vuestro rollo,alguna foto o algo aunque sea para dar envidia.

    ResponderEliminar